Esta búsqueda lineal, organizada y fragmentada suprime, desde su libertad, sus propias convenciones, la contradicción entre límites propios y los límites del canvas las degrada a una mera organización: estando elegidas o decretadas, las líneas y sus límites rehúsan lo que el artista espera de ellas. Esta contradicción crea un equilibrio, que se articula a través del juego y la experimentación de las posibilidades de reconfigurar líneas siempre rectas, en una posibilidad de ser, sin la necesidad de contenerse siempre en la misma convención.
Durante las últimas décadas, la búsqueda de intersecciones entre diferentes campos se ha inclinado hacia el enfoque de la relación entre les artes, la vida y el hombre. El hecho de que los diferentes campos de las bellas artes contienen conocimientos y habilidades que también son necesarios en otros sectores se reconoce cada vez más, la interdisciplinaridad de los lenguajes es imperativo en nuestro días.
Nuestra sociedad está cambiando y la transformación de nuestra sociedad proporciona un espacio para nuevas ideas y soluciones. Los espacios exigen límites que permitan metamorfosis, vivimos tiempos donde los propósitos no están destinados a una realidad única, sino a múltiples posibilidades y alternativas que acercan el artista a interesarse por realidades mutables que muestran la transformación de la línea y su deseo de trascender límites auto impuestos, entre cuerpos de trabajo y sensibilidades que se encuentran en “Reconfiguraciones” con la ruptura del bastidor que delimita el espacio y representa la vida. Andrea muestra un proceso creativo diferente con las disciplinas de arte, sin que el movimiento se queda estático en la repetición pero con una búsqueda en evolución y abierta a nuevas interpretaciones, donde la obra no se puede fijar de forma convencional, y se vuelve permeable a esos intentos de expresar y reformular los propios límites del artista y su práctica y que simboliza los límite de la relación del hombre con su espacio, entre una arquitectura estática y dinámica, entre un limite espacial y temporal.
Las paredes del espacio inmaterial y material delimitan, separan y al mismo tiempo ponen en contacto lo que está dentro y fuera de cualquier objeto material físico, es un lugar de contacto a través del cual captamos significados e información que pueden involucrarnos con los diferentes sentidos.
El lugar y el ambiente donde vivimos tienen una influencia en cómo somos, pero difícilmente dimensionamos hasta qué punto. Se cree que el lugar es algo de externo que no opera cambios en nuestra psique y vida, pero la influencia existe y se genera.
El objetivo del artista con este proyecto es de romper en manera simbólica la rigidez de las paredes de nuestra vida, así que las obras trasforman el límite en un elemento flexible y difuso, suavizando fronteras en una práctica ambigua entre arte y arquitectura a través de la construcción de membranas comunicativas como resultado de la articulación y tejido de diferentes elementos representativos de la ciudad, el entorno y la comunidad.
RECONFIGURACIONES se sitúa en un transitar de nuevos significados, que se propone generar una nueva identidad posible: una identidad nómada, movible y fragmentada, donde el todo es algo más y distinto que la suma de sus prácticas y de sentir, vivir.