Con Conversaciones los artistas destacan diversos temas de actualidad: desde los límites de la sociedad en la imposición de un estatus de éxito, apariencia, competencia, desde el problema de las «fronteras» existenciales y territoriales, la relación entre el espacio urbano y emocional, la mirada desconcertada, una ventana a nuestro día a día de la vida, el origen y estética de los materiales que se encuentran en la naturaleza, su esencia y espiritualidad.
Los artistas emergentes, ganadores del Premio de la Real Academia de Bellas Artes de Bruselas, (ARBA-ESA / ESPRONCEDA) conversan con ellos mismos, con su intimidad, se cuestionan, reflexionan y dejan que el espectador viaje con ellos y sobre el Por otro lado dialogan con el espacio, la ciudad de Barcelona y cuestiones sociales y existenciales. Una exposición interdisciplinar y multidisciplinar que crea un diálogo entre escultura, pintura, textiles, arte, urbanismo y arquitectura. Un diálogo que atraviesa las diferentes disciplinas artísticas, desafiando el espacio existencial y material, desafiando sus límites, el proceso artístico y la propia existencia humana. A lo largo de los siglos, el arte siempre ha cuestionado, escudriñado, provocado la realidad, espejo de lo que somos en un período específico de la historia. La libertad de pensamiento debe traspasar esos límites que nos imponemos y que nos impone la sociedad, el arte debe hacernos hablar, reflexionar, pensar, no dar respuestas sino solo cuestionar, con la estética del pensamiento capturada por la mirada de los capaces. de ver más allá de nuestras propias fronteras. Los artistas con “Conversations” nos llevan por este camino.
Adrien Cavallin se desafía a sí mismo, siendo artista y sociedad, no tiene respuestas sino preguntas. Su obra no quiere ser provocadora sino reflexiva, hacer preguntas, detenerse y comprender si estamos viviendo en una sociedad donde en nombre de la imagen, del éxito, hemos perdido nuestra libertad, y como artistas la pregunta que surge. es: somos libres o solo un reflejo de lo que la sociedad nos impone? Su escultura se transforma en pensamiento, narración, entre instalaciones y palabras tácitas, de lo que cada uno de nosotros tiene miedo de ser o no ser.
Marina Amaral atraviesa su historia, sus orígenes para cuestionar no solo las fronteras territoriales sino también existenciales, sobre los miedos y límites que cada uno de nosotros ha escondido en el fondo de nuestra alma. Ella cuestiona la relación entre el hombre y el espacio, entre lo urbano, la arquitectura y la vida emocional. Su andar se transforma en sentir el espacio, las calles de la ciudad de Barcelona y su ser, en un diálogo que la lleva no solo a una reflexión íntima consigo misma sino a un diálogo con la ciudad y sus habitantes. Sus instalaciones son como procesos de narración, emociones, elementos arquitectónicos, urbanos y metafísicos, donde la luz nos guía en mundos paralelos, mapas emocionales de nuestro devenir.
Elise Vlaminck persigue la mirada, escudriñando y observando una vida cotidiana que se esconde detrás de una ventana, un cristal. Un mundo formado por personajes desconocidos, de luces y sombras, de presencia y ausencia, de una vida, un gesto que ya no podemos ver. Con su obra quiere evitar que el espectador mire lo que ya no vemos, lo hace con la delicadeza de sus cuadros, como una vida tras un cristal.
Maria E André durante su etapa en Barcelona ha desarrollado una práctica ritual en torno a los elementos naturales que encontró. Recogió y formó los materiales de hormigón que la rodeaban para anclarse mejor. Es este hilo conductor el que se materializa a través de la red y del que resulta una estructura tejida imbuida de vacío como guía en su búsqueda. Nos interroga sobre nuestra propia existencia, nuestra corporalidad en relación a un espacio soñado. La estética de la naturaleza que incorpora a la exposición cuestiona nuestra supervivencia. Qué quieres atrapar, qué queda cuando los gestos se desvanecen.